Las personas solitarias no son fáciles de tratar; o bien tienen una naturaleza feroz arraigada en su ser, o han sido desgastadas por la vida hasta quedar despojadas de todo. Él ha recibido puñaladas profundas en el corazón y ha logrado salir poco a poco del abismo. Ante la frialdad de la sociedad, ya ha triturado y tragado su dolor, forjando una tenacidad innata. Vivir no es algo que se grita, es algo que se logra arrastrándose por el barro con los dientes apretados. Tú no has atravesado las espinas que él ha recorrido, ni has probado los vidrios que él ha tragado, ¿con qué derecho le aconsejas ser amable? Personas como él ya han vivido como su propia armadura, con una actitud desafiante, un corazón pleno, y caminan solos como si fueran parte de una multitud. Con montañas y mares en su interior, ¿por qué habría de unirse a la multitud?