Si eres una persona que tiende a sobrepensar, es porque raramente sientes tus propias emociones. El sobrepensar es un mecanismo de defensa que te evita enfrentar emociones que pueden hacerte sentir incómodo, dolido o vulnerable. Te encuentras constantemente atrapado en un torrente interminable de pensamientos, analizando cada evento, recordando repetidamente el pasado o imaginando futuros escenarios, todo para escapar del dolor y la incomodidad que sientes en tu interior. Sin embargo, este pensamiento continuo no resuelve los problemas, sino que genera más ansiedad, estrés y sensación de desconexión. Porque no todo necesita ser resuelto, algunas cosas solo necesitan ser sentidas. Lo que resistes, persiste. Tus emociones no son tus enemigas, al enfrentarlas y abrazarlas, podrás dejarlas ir por completo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Si eres una persona que tiende a sobrepensar, es porque raramente sientes tus propias emociones. El sobrepensar es un mecanismo de defensa que te evita enfrentar emociones que pueden hacerte sentir incómodo, dolido o vulnerable. Te encuentras constantemente atrapado en un torrente interminable de pensamientos, analizando cada evento, recordando repetidamente el pasado o imaginando futuros escenarios, todo para escapar del dolor y la incomodidad que sientes en tu interior. Sin embargo, este pensamiento continuo no resuelve los problemas, sino que genera más ansiedad, estrés y sensación de desconexión. Porque no todo necesita ser resuelto, algunas cosas solo necesitan ser sentidas. Lo que resistes, persiste. Tus emociones no son tus enemigas, al enfrentarlas y abrazarlas, podrás dejarlas ir por completo.