La guerra oculta entre la banca y las plataformas de encriptación: de la lucha por los datos a la hegemonía financiera
La confrontación entre las finanzas tradicionales y la nueva industria de la encriptación se intensifica nuevamente, con el foco en dos gigantes estadounidenses: el gigante bancario tradicional JPMorgan y el conocido intercambio de encriptación Gemini. Recientemente, el cofundador de Gemini criticó públicamente a JPMorgan por negarse a proporcionarle servicios de datos, acusando este comportamiento de competencia desleal, con el objetivo de sofocar el desarrollo de las empresas de tecnología financiera y encriptación. Este incidente recuerda los ataques previos de la "Operación ChokePoint 2.0" contra la industria de la encriptación.
Los datos se convierten en una nueva herramienta de competencia
En la intersección de las finanzas tradicionales y la encriptación, los datos de los usuarios han sido un punto focal en la lucha entre ambas partes. La información KYC completa no solo puede evaluar mejor el riesgo del usuario, el tamaño de los activos y el nivel de seguridad, sino que también puede ayudar a la plataforma a llevar a cabo sus operaciones de manera más precisa.
El núcleo de la disputa entre Gemini y JPMorgan radica en el derecho de uso de los datos bancarios. Con el auge de la economía de datos, la propiedad y el uso de los datos de la plataforma siempre han sido objeto de controversia. El fundador de Gemini señaló que JPMorgan les ha despojado de su derecho a acceder gratuitamente a los datos bancarios a través de plataformas de terceros, optando en su lugar por cobrar altas tarifas. En respuesta, JPMorgan suspendió directamente los planes de readmitir a Gemini como cliente.
Esta acción se considera como una presión unilateral de los gigantes financieros tradicionales sobre las plataformas de encriptación, recordando la situación anterior en la que los bancos se negaron a ofrecer servicios a las empresas de encriptación durante la operación "Operation ChokePoint 2.0".
"Operation ChokePoint 2.0" revisión
En 2023, varios bancos amigables con la encriptación cerraron, y hay opiniones que sugieren que esto podría haber sido influenciado por la presión del gobierno sobre los bancos, exigiendo cortar la relación comercial con las empresas de encriptación. Posteriormente, la operación "Operation Chokepoint 2.0" comenzó a salir a la luz.
Varios expertos de la industria tecnológica han revelado que en los últimos años se han cerrado numerosas cuentas bancarias de fundadores de empresas tecnológicas. Aunque las operaciones específicas aún no se han confirmado, los participantes en la encriptación realmente enfrentan muchos desafíos para obtener servicios bancarios.
Las acciones de "rechazo de servicio" por parte de los bancos a menudo no tienen una razón clara, pero las consecuencias son graves. En el mejor de los casos, no se puede abrir una cuenta bancaria; en el peor, las transferencias de fondos están limitadas, e incluso pueden poner en peligro la supervivencia de la empresa. En el sistema financiero moderno, la posición dominante de la banca hace que sea difícil para las empresas y los individuos resistirse a su hegemonía financiera.
Estrategia de JPMorgan: eludir tarifas regulatorias
Otro foco de la controversia es la Ley de Protección Financiera del Consumidor de EE. UU. Esta ley exige que las instituciones financieras proporcionen datos financieros personales de forma gratuita a los consumidores que lo soliciten, y permite que se transfieran a otros proveedores de servicios. Esto debería fomentar la competencia y reducir costos, pero JPMorgan eligió un enfoque diferente: cobrar por el acceso a los datos.
Mientras tanto, la industria bancaria también está luchando por demandar a la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de EE.UU., intentando derogar las "reglas de banca abierta", con el fin de frenar el desarrollo de las plataformas de encriptación. Recientemente, varias organizaciones bancarias también han solicitado conjuntamente la suspensión de la revisión de las solicitudes de licencias bancarias de ciertas empresas de encriptación, argumentando que estas solicitudes carecen de transparencia y pueden representar un riesgo legal para el sistema bancario.
Perspectivas futuras
Independientemente de cómo se resuelva finalmente esta controversia, la competencia entre la banca y las plataformas de encriptación ya se ha hecho pública. Con la aprobación de múltiples leyes relacionadas con la encriptación, la competencia entre ambas partes en áreas como los pagos transfronterizos y las transacciones diarias se volverá aún más intensa. En el futuro, está por verse si los bancos tradicionales seguirán dominando o si las plataformas de encriptación podrán romper el cerco. Esta lucha entre las nuevas y viejas fuerzas financieras puede requerir una intervención política de un nivel más alto para poder discernir su desenlace.
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DegenWhisperer
· 08-01 09:17
¿Qué finanzas juegas? Al final, todo se trata de robar datos.
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TestnetNomad
· 08-01 08:11
Haciendo cosas, pero no se puede desafiar a JPMorgan Chase.
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SolidityStruggler
· 07-31 23:35
¿Qué está haciendo TradFi?
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NftDeepBreather
· 07-29 19:29
¿Eh? ¿Morgan Chase tiene tanto miedo de la encriptación?
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rekt_but_resilient
· 07-29 09:58
Todavía tengo que ser jugado por el banco
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DaoDeveloper
· 07-29 09:57
lol otro caso de TradFi bloqueando la innovación... despierta JPM
JPMorgan rechaza el servicio de datos, Gemini responde ante el dominio financiero.
La guerra oculta entre la banca y las plataformas de encriptación: de la lucha por los datos a la hegemonía financiera
La confrontación entre las finanzas tradicionales y la nueva industria de la encriptación se intensifica nuevamente, con el foco en dos gigantes estadounidenses: el gigante bancario tradicional JPMorgan y el conocido intercambio de encriptación Gemini. Recientemente, el cofundador de Gemini criticó públicamente a JPMorgan por negarse a proporcionarle servicios de datos, acusando este comportamiento de competencia desleal, con el objetivo de sofocar el desarrollo de las empresas de tecnología financiera y encriptación. Este incidente recuerda los ataques previos de la "Operación ChokePoint 2.0" contra la industria de la encriptación.
Los datos se convierten en una nueva herramienta de competencia
En la intersección de las finanzas tradicionales y la encriptación, los datos de los usuarios han sido un punto focal en la lucha entre ambas partes. La información KYC completa no solo puede evaluar mejor el riesgo del usuario, el tamaño de los activos y el nivel de seguridad, sino que también puede ayudar a la plataforma a llevar a cabo sus operaciones de manera más precisa.
El núcleo de la disputa entre Gemini y JPMorgan radica en el derecho de uso de los datos bancarios. Con el auge de la economía de datos, la propiedad y el uso de los datos de la plataforma siempre han sido objeto de controversia. El fundador de Gemini señaló que JPMorgan les ha despojado de su derecho a acceder gratuitamente a los datos bancarios a través de plataformas de terceros, optando en su lugar por cobrar altas tarifas. En respuesta, JPMorgan suspendió directamente los planes de readmitir a Gemini como cliente.
Esta acción se considera como una presión unilateral de los gigantes financieros tradicionales sobre las plataformas de encriptación, recordando la situación anterior en la que los bancos se negaron a ofrecer servicios a las empresas de encriptación durante la operación "Operation ChokePoint 2.0".
"Operation ChokePoint 2.0" revisión
En 2023, varios bancos amigables con la encriptación cerraron, y hay opiniones que sugieren que esto podría haber sido influenciado por la presión del gobierno sobre los bancos, exigiendo cortar la relación comercial con las empresas de encriptación. Posteriormente, la operación "Operation Chokepoint 2.0" comenzó a salir a la luz.
Varios expertos de la industria tecnológica han revelado que en los últimos años se han cerrado numerosas cuentas bancarias de fundadores de empresas tecnológicas. Aunque las operaciones específicas aún no se han confirmado, los participantes en la encriptación realmente enfrentan muchos desafíos para obtener servicios bancarios.
Las acciones de "rechazo de servicio" por parte de los bancos a menudo no tienen una razón clara, pero las consecuencias son graves. En el mejor de los casos, no se puede abrir una cuenta bancaria; en el peor, las transferencias de fondos están limitadas, e incluso pueden poner en peligro la supervivencia de la empresa. En el sistema financiero moderno, la posición dominante de la banca hace que sea difícil para las empresas y los individuos resistirse a su hegemonía financiera.
Estrategia de JPMorgan: eludir tarifas regulatorias
Otro foco de la controversia es la Ley de Protección Financiera del Consumidor de EE. UU. Esta ley exige que las instituciones financieras proporcionen datos financieros personales de forma gratuita a los consumidores que lo soliciten, y permite que se transfieran a otros proveedores de servicios. Esto debería fomentar la competencia y reducir costos, pero JPMorgan eligió un enfoque diferente: cobrar por el acceso a los datos.
Mientras tanto, la industria bancaria también está luchando por demandar a la Oficina de Protección Financiera del Consumidor de EE.UU., intentando derogar las "reglas de banca abierta", con el fin de frenar el desarrollo de las plataformas de encriptación. Recientemente, varias organizaciones bancarias también han solicitado conjuntamente la suspensión de la revisión de las solicitudes de licencias bancarias de ciertas empresas de encriptación, argumentando que estas solicitudes carecen de transparencia y pueden representar un riesgo legal para el sistema bancario.
Perspectivas futuras
Independientemente de cómo se resuelva finalmente esta controversia, la competencia entre la banca y las plataformas de encriptación ya se ha hecho pública. Con la aprobación de múltiples leyes relacionadas con la encriptación, la competencia entre ambas partes en áreas como los pagos transfronterizos y las transacciones diarias se volverá aún más intensa. En el futuro, está por verse si los bancos tradicionales seguirán dominando o si las plataformas de encriptación podrán romper el cerco. Esta lucha entre las nuevas y viejas fuerzas financieras puede requerir una intervención política de un nivel más alto para poder discernir su desenlace.