Esta noche no hay nada increíble de lo que hablar, la cantidad de información que he recibido es insuficiente y no ha provocado que mi cerebro se expanda en imaginación.
Preparándome para dormir, con un móvil poniendo el I Ching, otro móvil poniendo el Tao Te Ching y la computadora con el Sutra del Diamante.
El sueño exquisito requiere la compañía de Confucianismo, Budismo y Taoísmo...
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