Después de estar mucho tiempo en el mundo Cripto, siempre siento que este círculo es como una máquina precisa pero fría, todos somos piezas que han sido presionadas en los engranajes: cuanto más tiempo giramos, más delgada se vuelve la "humanidad" que llevamos encima.
Nadie nos enseñó a mantener la temperatura aquí. Mirando cada día las fluctuaciones de las gráficas K, como si estuviera vigilando un volcán que puede erupcionar en cualquier momento, mis nervios son tirados repetidamente por los ciclos, contratos y nuevas narrativas, hasta que la vida solo queda con los colores del rojo y el verde de las subidas y bajadas. Cuando el mercado no va bien, hasta respirar se siente como una carga, los días son como si estuvieran sumergidos en formaldehído, rígidos y asfixiantes.
Dicen que el mercado es un campo de pruebas para la naturaleza humana, pero nosotros, los llamados "probadores", hemos perdido nuestra capacidad de percepción más básica en el día a día de las transacciones. Olvidamos cómo decir suavemente "me importa" y no aprendemos a aceptar con tranquilidad el calor que otros nos ofrecen. Esos sentimientos suaves y palpitantes ya han sido destrozados por los picos de las velas. A veces, al mirar los millones de U que yacen en la cuenta, de repente deseo un tazón de fideos en sopa caliente, solo para darme cuenta de que ni siquiera tengo el valor de buscar a alguien con quien esperar. Hablamos de manera comprensible sobre las huellas de las grandes instituciones vendiendo, pero no podemos desentrañar el significado oculto detrás de "hoy hace buen tiempo".
Este mundo Cripto es como un gran filtro, que ajusta toda la calidez a tonos fríos. Web3 clama por la libertad de la descentralización, pero al final nos convierte en prisioneros solitarios, donde incluso la confianza se convierte en una transacción que requiere calcular riesgos. Al encontrar momentos que nos hacen latir el corazón, la primera reacción no es acercarse, sino preguntarse "¿el otro está haciendo un juego?". La calidez se ha convertido en un airdrop de lujo, que nadie se atreve a abrir fácilmente.
Solía pensar que aquí era el barco hacia la libertad, pero luego descubrí que estaba atrapado en la cubierta, mirando los fuegos artificiales a lo lejos, pero olvidé la temperatura real de los fuegos artificiales. Esos momentos que te hacen sonrojar por un "me gustas", esos instantes en los que un saludo te calienta el corazón, no han desaparecido, solo los hemos escondido en las grietas de los registros de transacciones, con miedo a ser considerados "poco racionales".
Pero tal vez, la verdadera "ley de supervivencia en el mundo Cripto" nunca ha sido deshacerse de la humanidad. Sino que en las velas rojas y verdes, aún se pueda dejar un espacio para poner un cuenco de sopa caliente, donde quepa una frase sincera.
Deja una frase para tu futuro yo: No te apresures a convertirte en una máquina de trading precisa, primero sé una persona normal que puede tener hambre, cansancio y emociones. Quizás no encuentres el santo grial del equilibrio, pero al menos, no pierdas a ese yo que se detiene por el fuego humano.
Amigo, ¿estás calculando las probabilidades de entrar cuando estás frente a esta pared, o estás recordando el viento de fuera de la pared?
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Después de estar mucho tiempo en el mundo Cripto, siempre siento que este círculo es como una máquina precisa pero fría, todos somos piezas que han sido presionadas en los engranajes: cuanto más tiempo giramos, más delgada se vuelve la "humanidad" que llevamos encima.
Nadie nos enseñó a mantener la temperatura aquí. Mirando cada día las fluctuaciones de las gráficas K, como si estuviera vigilando un volcán que puede erupcionar en cualquier momento, mis nervios son tirados repetidamente por los ciclos, contratos y nuevas narrativas, hasta que la vida solo queda con los colores del rojo y el verde de las subidas y bajadas. Cuando el mercado no va bien, hasta respirar se siente como una carga, los días son como si estuvieran sumergidos en formaldehído, rígidos y asfixiantes.
Dicen que el mercado es un campo de pruebas para la naturaleza humana, pero nosotros, los llamados "probadores", hemos perdido nuestra capacidad de percepción más básica en el día a día de las transacciones. Olvidamos cómo decir suavemente "me importa" y no aprendemos a aceptar con tranquilidad el calor que otros nos ofrecen. Esos sentimientos suaves y palpitantes ya han sido destrozados por los picos de las velas. A veces, al mirar los millones de U que yacen en la cuenta, de repente deseo un tazón de fideos en sopa caliente, solo para darme cuenta de que ni siquiera tengo el valor de buscar a alguien con quien esperar. Hablamos de manera comprensible sobre las huellas de las grandes instituciones vendiendo, pero no podemos desentrañar el significado oculto detrás de "hoy hace buen tiempo".
Este mundo Cripto es como un gran filtro, que ajusta toda la calidez a tonos fríos. Web3 clama por la libertad de la descentralización, pero al final nos convierte en prisioneros solitarios, donde incluso la confianza se convierte en una transacción que requiere calcular riesgos. Al encontrar momentos que nos hacen latir el corazón, la primera reacción no es acercarse, sino preguntarse "¿el otro está haciendo un juego?". La calidez se ha convertido en un airdrop de lujo, que nadie se atreve a abrir fácilmente.
Solía pensar que aquí era el barco hacia la libertad, pero luego descubrí que estaba atrapado en la cubierta, mirando los fuegos artificiales a lo lejos, pero olvidé la temperatura real de los fuegos artificiales. Esos momentos que te hacen sonrojar por un "me gustas", esos instantes en los que un saludo te calienta el corazón, no han desaparecido, solo los hemos escondido en las grietas de los registros de transacciones, con miedo a ser considerados "poco racionales".
Pero tal vez, la verdadera "ley de supervivencia en el mundo Cripto" nunca ha sido deshacerse de la humanidad. Sino que en las velas rojas y verdes, aún se pueda dejar un espacio para poner un cuenco de sopa caliente, donde quepa una frase sincera.
Deja una frase para tu futuro yo: No te apresures a convertirte en una máquina de trading precisa, primero sé una persona normal que puede tener hambre, cansancio y emociones. Quizás no encuentres el santo grial del equilibrio, pero al menos, no pierdas a ese yo que se detiene por el fuego humano.
Amigo, ¿estás calculando las probabilidades de entrar cuando estás frente a esta pared, o estás recordando el viento de fuera de la pared?
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