La fluctuación del mercado es inherentemente impredecible, esta vela bajista es una representación tangible del riesgo, aunque traiga dolor en el momento, también nos permite reconsiderar la inversión y ver claramente los límites del riesgo. Esto no es un fracaso, sino un proceso de aprender ‘lecciones’ en un mercado complejo, estas experiencias nos ayudarán a avanzar con más firmeza en el futuro.
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