El verdadero despertar no es un repentino entendimiento de alguna verdad, sino el cambio de pequeñas cosas que parecen triviales, mejorando un poco cada día, acumulando a largo plazo el resultado de un cambio cualitativo a partir de un cambio cuantitativo.
Por ejemplo, dejar de fumar y beber, usar el dinero ahorrado para comprar varios suplementos nutricionales y vitaminas que el cuerpo necesita, beber café negro y bebidas de té sin calorías en lugar de alcohol.
Por ejemplo, detén todas las actividades sociales inútiles, juega menos videojuegos y mira menos videos, reemplaza esto con actividad
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